Sendero Ancestral

¿Te gustaría conocer la historia ancestral desde el concepto de la época Musca de Turmequé?

No lo pienses más y sumérgete en este viaje mágico por un camino ancestral que recorrieran nuestros antepasados cuando buscaban la salida de los territorios de Turmequé hacia Chiquinquirá y sus alrededores, para sus intercambios comerciales en la época precolombina de esta región y peregrinaciones luego de la evangelización de los territorios colonizados.

Descendiendo desde la zona urbana del municipio de Turmequé hasta el punto más bajo que tiene nuestro municipio que son los 2191 metros sobre el nivel del mar, encaminamos nuestro recorrido por un paisaje natural que nos invita a recordar los tiempos de nuestros muiscas chibchas que habitaban este territorio, encontrando algunas arquitecturas antiguas, mientras disfrutamos de nuestro encuentro con el río Albarracín y los bellos paisajes que le rodean.

Continuamos hasta el Genil, un espacio natural el cual era un antiguo asentamiento muisca y en el que encontramos arte rupestre en su roca principal, mientras escuchamos las historias de este escenario natural, al fondo, escuchamos el correr de las aguas del río Nerita, río que viene desde el Páramo de Rabanal en el municipio de Ventaquemada. Allí conoceremos datos interesantes de cómo existían estos asentamientos muiscas en la época precolombina y cómo la modernidad también fue atentando contra estos territorios sagrados, pero que, sin embargo, este lugar busca preservar, conservar y mantener el legado muisca de esta región.

Luego continuamos hasta permacultura la Magdalena y allí, al ingresar, encontramos un escenario mágico, los árboles nos dan la bienvenida en una “calle de honor” mientras el Río Nerita nos invita a relajarnos con el canto de sus aguas.

Al ingresar a este territorio nos reciben sus anfitriones y nos cuentan las historias ancestrales y los hechos significativos luego de la colonización e incluso de la importancia en la campaña libertadora de este territorio. El Laberinto de conexión entre el cuerpo y el alma con el ser y la naturaleza nos lleva a un viaje mágico a nuestro interior, revitalizando nuestra aura espiritual y convirtiéndonos en nuevas personas. Continuamos nuestro recorrido para subir al Cerro del Sol, conocido también como el Cerro del Diablo, puesto así por la colonización española pero renombrado como el Cerro del Sol, porque este era un lugar de pagamento y adoración de las tribus indígenas muiscas chibchas a sus dioses. Allí disfrutamos de un estupendo mirador no solo de la Magdalena, sino de toda esta región baja de Turmequé, la vereda de Rinchoque y las veredas de Rosales y Volcán Blanco, también vemos a lo lejos el municipio de Ventaquemada y la zona montañosa del Páramo de Rabanal.

Ya de regreso retomamos el camino que nos lleva finalmente hasta nuestra zona urbana de Turmequé en la cual ya regresamos reflexionando en nuestras actividades en este Sendero y de cómo renovamos nuestro espíritu, nuestro ser y nuestro conocimiento ancestral de Turmequé. (Opcional regreso en vehículo con costo adicional).